Recordar que un cuadro, antes que ser un caballo de guerra, una mujer desnuda u otra anécdota, es esencialmente una superficie plana recubierta de colores reunidos con cierto orden.
Maurice Denis.

El “revés de la Trama” alberga una selección de trabajos realizados entre 1999 y el 2004 y que se constituyen como una investigación visual, principalmente pictórica, que se debe a la observación de pavimentos y tramas textiles. Nace en el seno de la formación de arte al interior de la Universidad de Chile, y alberga un gran número de trabajos y exposiciones sin embargo, casi no cuento con registro de dichas experiencias. Las obras se han perdido, vendido, regalados y en el caso de que haya habido algún registro, muchos de éstos se han deteriorado, por ser diapositivas mal cuidadas, o derechamente por pertenecer yo a una raza extinta, simplemente no hice registros de mis obras. De todas maneras este es el intento de que los trabajos realizados durante esa fantástica etapa formativa, no pasen al olvido, y por eso, a través de los restos que quedaron, restituyo lo hecho a partir de descripciones y de imágenes que más que mostrar la obra, simplemente sirve de referencia y me permito publicarlos.
Obras se encuentran en varias colecciones privadas en Chile, Argentina, Ecuador y Estados Unidos.
Mirar hacia Abajo (2003)








Mirar Hacia Abajo. Instituto Chileno Israelí de Cultura. Santiago, Chile.
“Mirar Hacia Abajo” fue el nombre que recibió mi primera exposición individual dedicada exclusivamente a la pintura.
En las imágenes reunidas aquí, se presentan trabajos que estuvieron en esa exposición y algunos que corresponden a la indagación previa.
Las primeras pinturas: alfombra de piso, ripio y cemento son las que pude rescatar de una serie de trabajos de representación de distintos pisos, suelos, pavimento, o tramas textiles (todas óleos sobre tela de 50 x 50cm). Indagación que nació en el taller de Gonzalo Díaz, al interior de la escuela de arte de la Universidad de Chile. Una vez que terminé la “alfombra de piso” -aquella rosada que hoy, 17 años después, ha perdido la enorme gama de tonos que tenía- y hablando con Alejandra Wolff, quién era ayudante del taller en aquel entonces, convenimos en hacer una tela, de esas características, pero enorme. Ahí nacen dos de las telas de gran formato que formaron parte de mi examen para la licenciatura en artes Visuales: Trama Carnación (óleo sobre tela. 180 x 240cm), es una tela de gran formato, pintada con espátula, donde fui explorando las posibilidad de cruzar la técnica pictórica, con la noción de tejido, que el modelo inicial (la alfombra) tenía. Ocupé una reducida paleta de colores que utilizaba para traducir la carne (ocre, rojo cadmio claro, blanco, y algún otro que no recuerdo). Se trataba entonces, de una suerte de “pellejo” estirado, una alfombra de carne, una superficie pictórica muy cargada de materia. La segunda tela (Trama azul y tierra, óleo sobre tela. 180 x 240cm) intenté hacer literal la cuestión del tejido, y con óleo, comencé a fabricar hilos de pintura, algo así como una pintura- telar, una pintura más bien lineal. La mezcla del azul ultramar con la tierra de siena tostado, produce un tono muy bajo, similar al negro, negro óptico. Por eso trabajé con estos dos colores, que en vez de mezclarse aditivamente, en esta tela se interceptaban por líneas de pintura. Los registros de esas inmensas telas se han destruido y los que restan son muy malos, pero quedan las imágenes de detalle donde puede verse un poco de lo que digo, las imágenes de las obras completas, son sólo una referencia pero no dan cuenta de la magnitud de la carga de pintura que ellas tenían. Ahora ya no tengo esas pinturas, las compró un hotel, nunca las firmé. Un día fui a aquel hotel en Calama, el cuadro azul había sido cortado en dos. Quise llevármelos, no sé si siguen ahí, pero toda la densidad detrás de esos trabajos, ahora son sólo la decoración del restaurant de un hotel. Nadie supo decirme, quién era el autor de esas pinturas, cuando pregunté….
Desde este trabajo comencé a indagar en esta relación pintura-tejido, a través de esta técnica particular, realicé una serie de “tejidos/pinturas” con variaciones sutiles de tonos. Esas series dieron cuerpo a la exposición “Mirar hacia Abajo”. La mirada hacia abajo me interesaba como la mirada detenida y silenciosa, que de tanto observar concluye por borronear los contornos. Los objetos pierden profundidad y volumen, y se funden hasta desaparecer. Es aquella mirada que divaga y se disuelve con el pensamiento igual como la forma con el fondo. Mirada que se evade y que, sin embargo, se debe exclusivamente a la observación de un mismo punto, detenidamente, acuciosamente, detalladamente, como si se quisiera develar el tejido en la pintura, los puntos en la impresión, el espesor del aire. El “mirar hacia abajo”, en ésta, como en todos mis trabajos convoca una visualidad asociada a la observación que divaga y que se pierde cegada en pensamientos.
















Entonces, lo que aquí hay, son algunas imágenes que pude rescatar de una serie compuesta por varios dípticos y obras en óleo sobre tela de diversos formatos (casi todos cuadrados), que van del 30×30, al 240 x 180cm.
A la medida de mi libreta (2003)






Exposición individual A La Medida De Mi Libreta. Galería Bech. Santiago, Chile.
No tengo registros de esos trabajos así que intentaré describirlo, aun sabiendo que nadie leerá la descripción que hago de una exposición poco relevante.
Consistía en 4 obras.
Las primeras dos correspondía a alfombras pintadas donde seguí explorando la relación entre pintura y tejido. Como esta exposición se realizaba en el contexto de un banco- Galería BECH pertenece al banco del estado de chile- me di unas vueltas por las oficinas de su sede central y compré casi la misma alfombra que ahí se usaba. Pinté la alfombra. Copié el color de una de las filigranas del diseño y la pinté con óleo. El único registro que encontré, es esa foto donde estoy trabajando de noche, en el suelo. Por sus proporciones, no tuve donde guardarla y posterior a la exposición, la perdí.
Otra alfombra de la misma índole ocupaba la escalera hacia las oficinas que esta sala hall tiene. Esta vez, usando los colores presentes en el diseño original, pinté una nueva trama.
Mandé a instalar las alfombras, tal como se usan las alfombras: en el suelo. Dudo que alguien haya notado la sutil intervención de óleo, pues se camuflaba con esta sala que ahora sí parecía oficina.
La exposición tenía otras dos obras que se contraponían a las anteriores en dimensiones, en plomo y en “peso”, estas dos series eran livianas. Con ellos intentaba conseguir involucrar grandes extensiones de superficie, sin tener que arrastrar “el peso” que implicaba las telas de gran formato de mis trabajos anteriores ni de las otras piezas de esta obra. Por eso, ellas debían surgir y guardarse, en el tamaño que ocupa una libreta.
La primera, una serie de dibujos de grafito sobre papel cuadriculado.
La segunda, un amplio paño de unos 4mt x 80 cm metro total. Compuesto por varios pequeños módulos de formatos de papel con un pequeño collage de 10 x 10 cm de diversos tonos de blanco. Cada collage tenía una pequeña incisión, que pegado al muro, hacía ingresar el tono blanco del muro como otro elemento más de estos módulos. De eso se trataba esta exposición. Estoy casi segura que en una caja de zapatos están guardados aún estos trabajos.
De esas sutiles relaciones que van tejiendo la superficie, el soporte, la sala y la operación hecha sobre la materia.
Geometría y Territorio (2002)









Exposición colectiva Geometría y Territorio, curada por Carlos Navarrete, Centro Cultural de España. Santiago, Chile.
Para la exposición “Geometría y Territorio” curada por Carlos Navarrete, en el Centro Cultural de España, el años 2001, desarrolle una díptico de gran formato, llamado Ultramar I y Ultramar II (240 x 280cm)
Y un tríptico de pequeño formato que correspondía a pruebas, bocetos de posibles formas de tejer con pintura.
El díptico principal, las telas de gran formato, generaban una superficie matérica enorme. La primera, ULTRAMAR 1, la superficie completamente cubierta; la segunda, Ultramar II, las capas de pintura expandiéndose a través de la superficie plana de la tela. Pinturas donde óleo, más que ser color, era materia, materia que al colocarse sobre la tela, dejaba ver mi cuerpo, en el ritmo en que iba poniendo la espátula para generar los hilos.
Punto y línea frente al plano (2001)


“Salón anual de Estudiantes”,Instalación “Punto y Línea Frente al Plano”, hall central Museo de Arte Contemporáneo(MAC). Santiago, Chile. 2001.
Para el Salón anual de estudiantes del año 2001, realicé una obra muy sencilla, consistía en una línea conformados por unos objetos de cerámica grés, con vidrio verde fundido encima. De una una serie de 2500 piezas editadas, utilicé las necesarias para formar una línea que instalada en un eje norte-sur atravesaba varias salas del primer piso, pasando por el hall central del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago. Con la luz de lugar, parecían pocitas de agua, pocitas de agua generando una línea infinita.
No tengo registros de esa exposición porque simplemente nunca lo fotografía, pero tengo algunas de las prueba de montaje, que es aquello que se ve en las imágenes.
La obra se llamó: “Punto y línea frente al plano”, en alusión al texto de Kandinsky. Nació de un ejercicio en el taller de cerámica. Comencé a realizar un sin número de “algos”, una suerte de objeto que no era utensilio pero que lo parecía. Quisieron usarlas como ceniceros, manillas, posa vasos, candelabros, y un largo etc, pero en realidad, para nada de eso servían pues son algo inestables. Llegué a este modelo y decidí que con ellos generaría una serie que me permitiese intervenir espacios. Eran pequeños y fueron mucho. Finalmente sólo realicé esta exposición con ellos. Hoy yacen en cajas, regalé muchos, y se han deterorados otros.